El Impacto del Burnout y Cómo Prevenirlo

Quisiera comenzar este blog con esas frases que puede que nos den vueltas constantemente durante el día en nuestra cabeza: 

  • Estoy agotada.

  • No quiero estar más aquí.

  • Ya no quiero esto.

  • Si me despiden sería un favor que me hacen. 

  • Me siento poco tolerante.

Y sumado a estas frases respondo mal, me siento cansada la mayor parte del tiempo siento que lo que pase en mi lugar de trabajo o en la iglesia o la comunidad donde sirvo ya no me emocionan tanto cuando antes si lo hacía porque siento presión continua, porque las largas horas me pesan y esa sensación constante de nunca terminar mis pendientes me consumen. La motivación que solía sentir por mi trabajo o mi servicio ha desaparecido por completo y estoy en un agotamiento extremo llamado: “Burnout”. 

En mi caso creía que el burnout le pasaba a "alguien más" a otros que no eran tan “disciplinados” o “dedicados” como yo y que equivocada estaba y es que este agotamiento extremo no pasa de hoy para mañana, sino que se va acumulando con el tiempo. Es una realidad que puede afectar a cualquiera que esté trabajando en un entorno exigente, donde el estrés constante, la falta de descanso y la sobrecarga de tareas se vuelven la norma

¿Qué es el Burnout y por qué es tan peligroso?

El burnout es mucho más que sentirnos cansados después de una jornada larga de trabajo. Se trata de un agotamiento emocional, físico y mental que ocurre cuando la presión y las demandas del trabajo o servicio sobrepasan nuestras capacidades. Es un síndrome que puede llevarnos a sentir que ya no somos eficaces, que nuestro trabajo no tiene sentido y, lo más grave, que no tenemos energía para seguir adelante.

Este agotamiento puede manifestarse de diferentes maneras:

  • Físicamente: dolores de cabeza, insomnio, cansancio constante.

  • Emocionalmente: tristeza, apatía, estrés constante.

  • Cognitivamente: falta de concentración, dificultad para tomar decisiones, sensación de estar abrumado.

El burnout no solo afecta nuestra productividad, sino también nuestra vida personal. Las relaciones se ven afectadas, nuestra autoestima puede caer y, si no se trata, puede tener consecuencias graves para la salud mental y física.

El servicio a Dios, aunque es algo hermoso y valioso, no está exento de desafíos, y el burnout puede ocurrir incluso cuando nuestro trabajo está orientado a Él. A menudo, nos sentimos impulsados a servir de manera incansable, sin darnos permiso para descansar, pensando que hacer más es un acto de devoción. Sin embargo, la Biblia nos enseña que nuestro servicio a Dios debe ser equilibrado, con un enfoque en la restauración espiritual y emocional.

"Así que, hermanos míos amados, manténganse firmes, no se dejen mover de la esperanza, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano." 1 Corintios 15:58 (NVI)

Este versículo nos recuerda que nuestro esfuerzo y servicio no son en vano, pero también es esencial que lo hagamos desde una posición de fortaleza espiritual, no agotados ni sin descanso. El descanso es una parte importante de nuestro servicio, ya que nos permite seguir siendo eficaces y mantener nuestra relación con Dios, que es la fuente de nuestra energía.

Cómo Identifiqué las Señales de Burnout

Reconocer que nos encontramos en burnout es lo más difícil porque nos encontramos inmersos en nuestro trabajo o en el servicio, en cumplir con todas las responsabilidades a tiempo y por lo general llegamos a darnos cuenta cuando los síntomas afectan nuestro cuerpo o cuando colapsa nuestra salud mental. 

Señales que podemos empezar a notar: 

  • Levantarse por la mañana cuesta mucho.

  • No se siente la misma energía para hacer lo que antes se disfrutaba. 

  • La mente siempre está ocupada en las tareas pendientes aún fuera del horario laboral o de servicio. 

  • Desconexión con las personas alrededor 

  • Una creciente sensación de que nada de lo que se hace tiene impacto positivo. 

Estar atentas a cómo nos estamos sintiendo y a estás principales señales de agotamiento, nos permite invertir en herramientas que fomenten la salud mental y nos permita el descanso adecuado a tiempo. 

Estrategias para la prevención del Burnout 

  1. Establecer límites claros: Una de las cosas más difíciles de aprender es decir "no". En el entorno laboral, a menudo nos sentimos presionados a aceptar más tareas, asumir más responsabilidades, y no decir nunca que no. En lugar de aceptar cada proyecto o tarea que se me presente, es importante evaluar realmente lo que podría manejar sin comprometer mi salud. Establecer límites, tanto con los demás como conmigo mismo. 

  2. Priorizar el descanso y la desconexión: Aprender a desconectar es esencial. Significa tomar descansos regulares durante el día, reservar fines de semana sin trabajo, y darme tiempo para hacer cosas que me ayuden a relajarme y recargar energías, el descanso no es un lujo, es una necesidad.

  3. Buscar apoyo y hablar de lo que siento: Hablar con alguien de confianza, con un profesional de la Salud Mental sobre lo que estamos viviendo es uno de los pasos más importantes para sanar. 

  4. Practicar el autocuidado: Podemos tener la idea errónea de que, para ser productivo, se debe estar trabajando todo el tiempo. Sin embargo, cuidar de nosotras mismas, tanto física como emocionalmente, es cultivar nuestro amor propio. Actividades como la meditación, el ejercicio, una rutina diaria clara permite poner en perspectiva lo importante. 

  5. Redefinir mi relación con el trabajo: Una de las lecciones más importantes es saber que nuestro valor no está únicamente ligado a las labores que hacemos. Somos más que nuestros roles de profesional, líder, mamá, mujer, se trata de buscar el equilibrio y no dejar que las expectativas laborales me definan completamente.

Cuidar de Nosotros Mismos es una Prioridad

El burnout es real, y sus efectos pueden ser devastadores si no se abordan a tiempo. Reconocer las señales, establecer límites claros y, lo más importante, darnos el permiso para cuidar de nuestra salud mental y emocional es esencial. 

Ser más consciente de la importancia de tomar descansos, priorizar nuestro bienestar y buscar apoyo cuando lo necesito nos abre camino al bienestar. Si hay algo que quiero compartir con quienes leen esto es que, si alguna vez te encuentras al borde del agotamiento, no estás sola. Hablar sobre ello, buscar ayuda y tomar medidas para mejorar tu salud mental es lo más valioso que puedes hacer por ti misma.

La prevención del burnout no es algo que se logre de la noche a la mañana, pero con pequeñas acciones diarias, podemos construir una vida laboral más saludable y equilibrada. No esperes a sentirte completamente agotada para hacer un cambio, tu bienestar siempre debe ser la prioridad.

"Vengan a mí todos ustedes que están trabajados y cargados, y yo les haré descansar. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga es liviana."

Mateo 11:28-30 (NVI)

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Versículo Lema: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Seré exaltado entre las naciones! ¡Seré enaltecido en la tierra!” Salmo 46:10 NVI

Pame González

Psicóloga Clínica, Directora de la Clínica del Psicología Real con más de 10 años de experiencia dedicada al acompañamiento de pacientes en el viaje de la vida.

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