Esperanza el poder de la Gratitud

Reflexión y esperanza: El poder psicológico de terminar el año con gratitud

El fin de año siempre llega cargado de emociones. Diciembre, con su aire fresco y sus noches más largas, nos invita a mirar atrás, a reflexionar sobre lo que hemos vivido y a proyectar lo que está por venir. Es un mes de balance: un tiempo para cerrar ciclos, aprender de lo vivido y, sobre todo, para renovar la esperanza en un futuro mejor. Es el momento perfecto para abrazar la esperanza, esa fuerza interna que nos impulsa a creer que, a pesar de los desafíos, siempre hay algo por lo que seguir adelante.

Un motor para el Bienestar

Y es que la esperanza es más que ese deseo superficial de que las cosas mejoren, no solo como desear y quedarse ahí viendo por la ventana esperando que las cosas sucedan. Se trata de una fuerza interior que nos permite visualizar un futuro positivo, que nos lleva a tener acciones concretas para lograrlo es la piedra principal para volver ese pensamiento de ¿qué pasa sí? ¡Hagámoslo posible! 

Algo que siempre les comento a mis pacientes es que la motivación es una puerta que en definitiva abro desde adentro, la esperanza nos llena de motivación y en definitiva impacta directamente a nuestra Salud Mental. 

Se ha demostrado desde la Psicología Positiva por el psicólogo Snyder, C. R. (2002) que las personas que se centran en la esperanza cuentan con una mayor satisfacción de vida, menor estrés y son más resilientes frente a las adversidades. La esperanza nos permite observar los obstáculos como desafíos temporales, no se trata de olvidarse del punto negro en la pizarra blanca pero tampoco ignorar que la pizarra blanca existe.

Los Nuevos Comienzos 

¡Hasta me da escalofríos! ¿a ustedes no? nuevos comienzos; suena como incertidumbre, algo incierto pero a la vez emociónate con un sabor de ese ingrediente que estamos hablando de ESPERANZA.  Es la oportunidad perfecta para reinventarnos y de aprender a encontrarnos en una esquina de oportunidad y elegir nuevas rutas esas que resuenen más con nosotros mismos.

Y es que el crecimiento y desarrollo personal ocurre cuando nos damos la oportunidad de cerrar ciclos y estar listos para dar el siguiente paso, es importante saber que estar listo no necesariamente significa con un plan y todo resuelto significa que a pesar de que no todo esta resuelto esta la esperanza de que estamos tomando acciones para esos nuevos comienzos. Esta época es la ideal para que podamos hacer un balance del año, entre lo vivido, la aceptación de lo aprendido y crear un espacio para lo que vendrá.  Por lo que en este contexto la esperanza se convierte en el puente que conecta el pasado con el futuro brindándonos la oportunidad de soltar lo que ya no resuena con nosotros y recibir aquello que sí, lo que potencialice nuestra salud mental. 

Reflexión y Gratitud: Mirar atrás con esperanza

Cada fin de año puede traer mezcla de emociones agradecimiento por lo alcanzado y nostalgia o tristeza por lo que no se logró y cada una de esas emociones es importante permitirse sentirlas y transitarlas. Cuando nos centramos en el presente, el aquí y el ahora lo que tenemos nos permite tener una visión más clara de incluso hacia dónde vamos. 

Renovar la Esperanza para el Nuevo Ciclo

Diciembre no solo marca el final de un año, sino que nos ofrece una oportunidad única para renovar nuestra esperanza. Al reflexionar sobre lo vivido, agradecer lo que hemos aprendido y proyectar lo que queremos alcanzar, podemos enfrentar el nuevo año con una mentalidad más saludable y abierta a las posibilidades.

Este es el momento perfecto para soltar crear espacio para lo nuevo establecernos metas que puedan ser sostenibles en el tiempo pero sobre todo que resuenen con nosotros mismos. La esperanza, en su forma más profunda, no es solo la expectativa de que las cosas mejorarán, sino la confianza de que, independientemente de lo que pase, tenemos la fuerza y la resiliencia para seguir adelante.

Te invito a que este fin de año cambiemos la pregunta de ¿y si todo sale mal? a ¿y si todo sale bien?

Por eso me armo de valor,
y me digo a mí mismo:
«Pon tu confianza en Dios.
¡Sí, pon tu confianza en él!»
— Salmo 27:14 (TLA)

Conoce a Pame fuera del consultorio:

Amo los planes sencillos donde abunde la naturaleza y calma, tomar Coca Cola Zero y el café es como una caricia al alma. Me gusta leer y amo los animales tengo dos perritas que amo mucho.

Pame González

Psicóloga Clínica, Directora de la Clínica del Psicología Real con más de 10 años de experiencia dedicada al acompañamiento de pacientes en el viaje de la vida.

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