¿Por qué tus relaciones interpersonales siguen un patrón? La teoría del Apego.

El ser humano y el como nos relacionamos con los otros es de las áreas más complejas, pero a la vez más gratificantes de nuestra vida somos seres creados para estar en comunidad, el compartir con otros es parte de nuestra esencia y nos aporta mucho a nuestro bienestar. Pero que pasa cuando enfrentamos dificultades que parecen no tener una explicación clara, por ejemplo: ¿Por qué nos asusta el compromiso? ¿Por qué siento que dependo demasiado de esta persona que si no esta no puedo respirar? O ¿Por qué busco evitar la cercanía emocional? 

Existen muchísimos factores que pueden estar permeando estas interrogantes desde la historia de vida, crianza, etc. En este caso nos estaremos enfocando en la teoría de los apegos como esta nos explica que las experiencias tempranas con nuestros cuidadores influyen en nuestras relaciones adultas, especialmente en las de pareja. 

¿Qué es la teoría del apego?

La teoría del apego fue desarrollada por el psiquiatra y psicólogo británico John Bowlby en los años 60. Donde aborda el apego como un vínculo emocional que se forma en la infancia con las figuras parentales, que influye profundamente en nuestra capacidad para establecer relaciones interpersonales en la adultez. 

El como aprendemos a relacionarnos con nuestros cuidadores y personas cercanas moldea nuestras expectativas y comportamientos en nuestras futuras relaciones. La teoría nos propone que existe varios “estilos” de apego que pueden influir en como nos comportamos en nuestras relaciones. 

Los 4 estilos de apego y sus características

  1. Apego Seguro: Las personas con este estilo de apego han experimentado un ambiente estable y confiable en su infancia. Tiende a ser personas equilibradas que valoran la cercanía y la independencia por igual. Por lo general comunicativas, confiables y capaces de resolver conflictos de forma saludable. 

  2. Apego Ansioso: Por lo general sus experiencias han sido de inconsistencia en su infancia, donde sus cuidadores eran impredecibles o no siempre estaban disponibles emocionalmente. Por lo que pueden desarrollar un profundo temor al rechazo o al abandono desarrollando dependencia emocional por lo general. 

  3. Apego Evitativo: Las personas con este estilo de apego se han desarrollado en entornos donde las necesidades emocionales no fueron completamente satisfechas, por lo que aprendieron a suprimir o ignorar sus emociones. Por lo general prefieren la independencia y la cercanía emocional les resulta incomoda, así como la vulnerabilidad. 

  4. Apego desorganizado: Es el estilo de apego mas complejo se observa en una persona que haya experimentado eventos muy traumáticos en la infancia. Pueden haber tenido cuidadores que eran tanto una fuente de seguridad como de miedo por lo que presentan una mezcla de comportamientos donde temen al deseo de compañía, así como temor al rechazo o al abandono. 

¿Cómo influyen estos estilos en nuestras relaciones amorosas?

  • Las parejas con un apego seguro tienden a tener relaciones más estables y satisfactorias. Son más capaces de gestionar conflictos de manera madura y respetuosa, porque confían en que su pareja está dispuesta a apoyarlos y resolver los problemas juntos.

  • Las parejas con apego ansioso pueden experimentar altibajos emocionales y dificultades para mantener una relación equilibrada. La necesidad constante de validación puede crear tensiones, ya que la otra persona podría sentirse abrumada o incapaz de satisfacer todas esas expectativas emocionales.

  • Las parejas con apego evitativo a menudo enfrentan desafíos relacionados con la intimidad. La tendencia a evitar la cercanía emocional puede hacer que la otra persona se sienta rechazada o desconectada, lo que puede generar frustración y distanciamiento.

  • Las parejas con apego desorganizado a menudo experimentan una relación caótica, llena de altibajos y emociones intensas. La incertidumbre y los miedos profundamente arraigados pueden dificultar la estabilidad y la comunicación.

¿Cómo podemos mejorar nuestras relaciones a partir del apego?

La buena noticia es que, así como aprendimos a vincularnos de una forma en específico podemos aprender una nueva forma requiere de intencionalidad y de primero conocernos a nosotras mismas, como lo hemos abordado en otros espacios cuando yo no establezco una relación amorosa y llega de intencionalidad conmigo misma no es posible establecer relaciones saludables con quienes nos rodean. Así que estas recomendaciones que leerás a continuación aplican primero en nosotras para que sean funcionales con el otro. 

  • Mejorar la comunicación:  Es importante preguntarnos ¿qué me digo constantemente? ¿cómo me estoy hablando? ¿me da miedo reconocer el cómo me estoy sintiendo? Por lo que el primer paso es poder reconocer mis necesidades emocionales de manera que pueda expresarlas de manera clara y honesta puede ayudar a prevenir malentendidos y frustraciones.

  • Fomentar la independencia emocional: La construcción de la independencia emocional empieza en el conocimiento de nosotras mismas de reconocer como nos sentimos y que sentimos de forma que nos permita hacernos cargo de nuestras propias emociones entendiendo que cuando construyó una relación se trata de compartirlas no de que el otro se haga cargo. Es importante reconocer que nuestras emociones no deben depender únicamente de nuestra pareja. Desarrollar un sentido de seguridad en uno mismo puede mejorar nuestra capacidad para mantener relaciones saludables.

  • Buscar apoyo profesional: En algunos casos, especialmente cuando hay patrones de apego desorganizado, buscar la ayuda de un terapeuta puede ser crucial para trabajar en los traumas pasados y desarrollar relaciones más saludables.

A través de la comprensión y el esfuerzo consciente, podemos construir relaciones más sanas, estables y satisfactorias. Las relaciones interpersonales requieren de un aprendizaje constante, y conocer más sobre cómo nos relacionamos emocionalmente. 

"El amor es comprensivo, es bondadoso. El amor no es celoso, ni jactancioso, ni orgulloso; no es grosero, no es egoísta, no se enoja fácilmente, ni guarda rencor; el amor no disfruta con la maldad, sino que se alegra con la verdad; todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."

1 corintios 13:4-7 (TLA)

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Pame González

Psicóloga Clínica, Directora de la Clínica del Psicología Real con más de 10 años de experiencia dedicada al acompañamiento de pacientes en el viaje de la vida.

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