ENTREVISTA SALUD MENTAL EN ADOLESCENTES EN TIEMPO DE COVID-19
Milagro Guzmán, estudiante de periodismo, me realizó está linda entrevista.
“Para ver un resultado diferente, tienes quehacer algo distinto a lo que estas haciendo”
La ayuda comienza en el momento, en el momento que usted decide que lo ocupa.
Desde que llegó el Covid-19 al país, fue un cambio bastante fuerte para todas las personas en su diario vivir y los jóvenes no se quedaron atrás. Un 34% de las personas adolescentes y jóvenes, entre 13 y 35 años, dice sentir ansiedad. Un 45% de las personas adolescentes y jóvenes, entre 13 y 35 años, tiene una percepción pesimista del futuro. En el año 2020 en Costa Rica la depresión y la ansiedad aumentaron un 50%.
La psicóloga Alejandra Sanabria nos habla sobre las alertas que tenemos que tener ante un problema emocional como la ansiedad y la depresión. Y nos brinda recomendaciones de cómo podemos enfrentar estos problemas emocionales.
Hablando desde la llegada del Covid-19 ¿Actualmente cómo piensa que está la juventud?
— Yo lo que veo que más ha afectado a los jóvenes es que de un momento a otro se les imposibilitó en estar con sus pares, en esa etapa es vital que estén con otros adolescentes, con otros jóvenes, que puedan salir. La vida estudiantil como el colegio, inclusive en la universidad es muy importante en su vida, en su desarrollo.
“Entonces al hacer esto hay adolescentes que se han refugiado en redes sociales, en estar en sus cuartos, en no querer compartir con su familia, aunque en esta etapa hay una separación del joven con su núcleo familiar, durante la pandemia se acrecentó.”
En el caso de los padres de familia ¿Cuáles serían las primeras alertas en ver en sus jóvenes que puede estar presentando alguna crisis emocional como ansiedad, depresión, pánico, etc.?
— Las primeras alertas es que el adolescente puede dejar de sentir motivación por algo que antes le gustaba y disfrutaba y ahora parece que no. Cada padre o madre conoce muy bien a su adolescente, y hay que saber diferencias los cambios en sus conductas. Por ejemplo si nunca le ha gustado el deporte y ahora menos no quiere decir que ya por esto este deprimido. Pero si usted tiene un adolescente que le encantaba la actividad física y ahora no tiene ganas de moverse por ejemplo, esa es una señal importante.
“ Otra señal a tomar en cuenta son los cambios significativos en su alimentación, igual poniendo en contexto la situación de cada adolescente, hay algunos que les gusta mucho comer, hay otros que no. Entonces si usted ve que al que le gustaba comer demasiado, ahora no come del todo, ese es un cambio significativo o al revés. Que no está durmiendo bien, no sienten placer por nada, están irritados, a la defensiva, lloran por todo, tienen visión pesimista, etc., son señales para ponerles atención y actuar.”
En el caso de los jóvenes, que pueden estar pasando unas de las situaciones comentadas anteriormente ¿Qué estrategias podemos tener para afrontar la situación que nos está afectando ya sea durante la pandemia o después?
—Esa es una buena pregunta, porque 3 de cada 4 jóvenes ha sentido la necesidad de pedir ayuda en relación con su bienestar físico, emocional o su salud mental. Sin embargo, 2 de cada 5 no pidió ayuda, estos son datos de la UNICEF (El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.)
“Entonces qué podemos hacer, buscar una red de apoyo, un líder espiritual, alguien de confianza, un familiar con el cual pueda conversar, compañero de la universidad, de trabajo, del colegio. Hay cuentas destinadas hablar de los temas en redes sociales.” Comenzar por buscar ayuda y leer del tema, etc.
¿Cómo podemos ayudar a alguien que esté pasando por algunos de los casos mencionados anteriormente?
—Recordemos que no podemos ayudar a alguien que no quiere ser ayudado. Si no estaríamos invadiendo, controlando y generando estrategias no sanas. Podemos acercarnos a la persona y decirle que hemos visto ciertos cambios, preguntarle si está bien, en qué podemos ayudarle. Preguntarle siempre ¿cómo puedo ayudarle? Un paso muy importante es siempre estar ahí.
¿Cómo podemos diferenciar la ansiedad y la depresión?
—Son sumamente diferentes. La ansiedad es exceso de futuro, es la mente trabajando a 100 por hora, la ansiedad la vivimos en el cuerpo y la mente, comienza como un pensamiento, que se traslada a mi cuerpo y ya comienza a afectarme físicamente y emocionalmente. Por ejemplo, respiración acelerada, taquicardia, dolor de cabeza frecuentes y así la persona vive en estado de alerta, a la defensiva.
La depresión es un estado prolongado de tristeza profunda en el presente, basado por situaciones pasadas o actuales, los adolescentes viven la depresión más como estados de enojo. Actividades cotidianas como: bañarse, lavarse los dientes requieren demasiado esfuerzo de esa persona hay un nivel de desesperanza constante, entre otras cosas.
¿Qué consejo o recomendación les da a los jóvenes que están pasando por situaciones como la ansiedad o depresión?
—Yo les diría que es importante recuperarse de dónde están, que esto no es eterno. Para tener un resultado diferente, tienes que hacer algo distinto a lo que estas haciendo. Que puede comenzar por algo muy pequeño. Por ejemplo, puede comenzar con un diario de agradecimiento, anotar una cosa al día del por qué están agradecidos. Hacer un minuto de actividad física, como caminar, poner una canción y moverse, las mascotas ayudan mucho, entre otras actividades.
De manera anónima, ¿Tienes algún caso de alguien que presente problemas emocionales?
—Una paciente que llega a terapia porque se da cuenta con la pandemia, que se siente feliz de estar sola. Y comenzó a cuestionarse toda su red de apoyo social, sentía que sus amistades eran vacías, que no la querían. Entonces se aísla de todos y comienza a tener ataques de ansiedad, ya no disfrutar de su soledad, mas bien ahora comienza a sentirse sola y con desesperanza.
“Empezamos a trabajar distorsiones cognitivas, empezar a buscar evidencia de cosas que pensaba, modificar sus pensamientos por unos más saludables y poco a poco fuimos creando un plan de trabajo, para manejar los ataques de ansiedad, descartando todo lo médico.”